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CIENCIA

LA APARIENCIA DE LA NORMALIDAD HOMOSEXUAL PARTE 3

3. UNA VEZ QUE HAY ANIMALES QUE TIENEN VIDA SEXUAL CON OTROS DEL MISMO SEXO, ESTO ES NATURAL.

 

“Si los animales lo hacen, entonces debe ser natural”

 

Conscientes de la debilidad científica de sus dos primeras premisas, los activistas homosexuales a menudo usan la tercera premisa basada en el comportamiento animal. 

 

El raciocinio que está por detrás de esta tercera premisa científica homosexual podría ser formulado así: 

 

“El comportamiento homosexual se observa en animales. Los animales siguen sus instintos de acuerdo con su naturaleza. Por tanto, la homosexualidad está de acuerdo con la naturaleza animal. Una vez que el hombre es también animal, entonces la homosexualidad debe también estar de acuerdo con la naturaleza humana.”

 

¿El infanticidio y el canibalismo son también parte de la naturaleza humana?

 

Esta tipo de raciocinio homosexual es insostenible. Quienes lo aplican a actos aparentemente homosexuales entre animales deben aceptar también otras formas de comportamiento animal, tales como el que los padres maten a sus descendientes, o que algunas especies se devoren entre sí, pues están de acuerdo con la naturaleza animal.[16]

 

Aplicando este raciocinio al hombre (porque también es animal) forzaría a aceptar la conclusión absurda de que el infanticidio y el canibalismo están de acuerdo con la naturaleza humana.[17]

 

No existe en animales un “instinto homosexual”

 

Cualquiera que se ocupe de la más elemental observación animal es forzado a concluir que la “homosexualidad” animal, el infanticidio y el canibalismo son excepciones al comportamiento normal animal. En consecuencia, no se puede hablar de ellos como de instintos en la naturaleza animal. Estas formas observables y excepcionales de comportamiento animal resultan de otros factores que están más allá de los instintos normales.

 

Explicando el problema: estímulos que se chocan e instintos confusos

 

Explicando el problema de estos comportamientos, la primera observación debe ser el hecho de que los instintos animales no están atados por el determinismo absoluto de las leyes físicas que gobiernan el mundo animal y mineral. En varios grados, todos los seres vivos pueden adaptarse en algo a las circunstancias. Ellos responden a estímulos internos o externos.

 

En segundo lugar, la cognición animal es puramente sensorial, limitada a sonidos, olores, tacto, gustos e imágenes. Así, ellos no tienen la precisión y claridad de la percepción intelectual humana. Por lo tanto, no es raro que los animales confundan una sensación con otra o un objeto con otro.

 

Los instintos mueven un animal hacia un fin de acuerdo con su naturaleza. Sin embargo, la confianza espontánea del impulso instintivo puede sufrir modificaciones en su curso, cuando otras imágenes sensoriales, percepciones o memorias pueden entrar en juego como nuevos estímulos que afectan el comportamiento del animal. También, el conflicto de dos o más instintos puede a veces modificar el impulso original.

 

En el hombre, cuando dos reacciones instintivas se chocan, el intelecto determina el mejor camino a seguir, y la voluntad entonces refrena un instinto mientras estimula el otro.

 

Con animales, dada la ausencia de intelecto y voluntad, cuando dos impulsos instintivos chocan, prevalece aquel más favorecido por las circunstancias. Esto resulta en casos observables de “infanticidio” animal, canibalismo y “homosexualidad.”

 

“Infanticidio” animal?

 

Sarah Hartwell explica que gatos matan sus gatitos como resultado de recibir señales mezcladas de sus instintos:

 

"La mayoría de las gatas pueden conmutar entre “el modo de jugar” y “el modo de cazar” para no dañar a sus crías. En las gatas este desconectar del “modo de cazar” puede ser incompleto y, cuando ellas están muy excitadas con el juego, el instinto “cazador” se refuerza y ellas pueden matar a los gatitos. El instinto de caza es tan fuerte, y es tan duro desactivarlo cuando la presa está presente, que el descuartizar y aun el comer los gatitos puede seguirse… Compare el tamaño, sonido y actividad de gatitos con el tamaño, sonido y actividad de la presa. Ambos son pequeños, tienen voces chillonas y tienen movimientos rápidos y erráticos. Todo esto dispara el comportamiento cazador. En la gata, el comportamiento maternal no siempre puede sobrepasar el comportamiento cazador y ella trata a los gatitos exactamente del mismo modo como trataría a una presa pequeña. Sus instintos están confundidos.[18]

 

Canibalismo animal

 

A respecto del canibalismo animal la revista Iran Nature and Wildlife Magazine comenta:[Un] caníbal es un animal que se alimenta de otros de su propia especie… Alrededor de 140 especies diferentes muestran tendencias caníbales en varias situaciones. El canibalismo es más común entre vertebrados inferiores e invertebrados, a menudo debido a que el animal depredador confunde a uno de su especie con una presa. Pero también ocurre entre pájaros y mamíferos, especialmente cuando la comida es escasa.[19]

 

Comportamiento animal “homosexual”

 

Exactamente porque los animales carecen de razón, sus medios de expresar sus estados afectivos (temor, placer, dolor, deseo, etc.) son limitados. Los animales carecen de los ricos recursos de que el hombre dispone de adaptar su modo de hablar, mirar y hacer gestos para expresar sentimientos.

 

 En consecuencia, los animales a menudo expresan ambiguamente sus estados afectivos. Ellos piden prestadas, por así decir, las manifestaciones del instinto de reproducción para manifestar los instintos de dominio, agresividad, temor, gregarismo, etc. 

 

Un ejemplo típico de este fenómeno puede ser visto con bonobos. Estos mamíferos de la familia de los chimpancés mantienen un comportamiento aparentemente sexual. Estas actitudes sexuales son su manera de expresar dominio, temor, aceptación y otros estados afectivos. Así, Frans B. M. de Waal, que pasó cientos de horas observando y filmando bonobos, dice:

 

"Hay dos razones para creer que la actividad sexual [comportamiento] es la respuesta del bonobo para evitar conflicto. Primero, cualquier cosa, no solamente el alimento, que despierta el interés de más de un bonobo a la vez tiende a resultar en contacto sexual. Si dos bonobos se aproximan a una caja de cartón lanzada dentro de su cerca, ellos rápidamente montarán encima del otro antes de jugar con la caja. Tales situaciones conducen a riñas en la mayoría de las otras especies. Pero los bonobos son enteramente tolerantes, quizá porque ellos usan el sexo para apartar la atención y diluir la tensión.

 

Segundo, la actividad sexual de los bonobos a menudo ocurre en contextos agresivos sin relación alguna con la comida. Un macho celoso podría expulsar a otro lejos de la hembra, después de lo cual los dos machos se reúnen y realizan un frotamiento de los órganos sexuales. O después de que una hembra golpea a una cría, la madre de esta última puede embestir a la agresora, acción que es inmediatamente seguida por un frotamiento de los genitales entre las dos adultas.[20]

 

Otra explicación para el comportamiento aparentemente “homosexual” entre animales es la confusión al identificar al otro sexo. Mientras más bajas sean las especies en la escala animal, más tenues y difíciles de detectar son las diferencias entre sexos, llevando a confusiones más frecuentes.

 

En todo caso, permanece el hecho de que, cualesquiera sean las apariencias que el comportamiento animal “homosexual” pueda asumir, ellas no vienen de un instinto “homosexual” que sea parte de la naturaleza animal. El Dr. Antonio Pardo, Profesor de Bioética en la Universidad de Navarra, España, explica:

 

"Hablando en términos precisos, la homosexualidad no existe entre animales… Por razones de supervivencia, el instinto reproductivo entre animales es siempre dirigido hacia un individuo del sexo opuesto. Por tanto, un animal nunca puede ser homosexual como tal. Sin embargo, la interacción de otros instintos (particularmente el dominio) puede resultar en comportamiento que parezca ser homosexual. Tal comportamiento no puede ser considerado equivalente a una homosexualidad animal. Todo esto significa que el comportamiento sexual animal abarca aspectos más allá de la reproducción."[21]

 

Concluyendo, la homosexualidad no es sólo contraria a la naturaleza racional del hombre, sino también a la naturaleza animal.

 

NOTAS

 

[16] Cf. Sarah Hartwell, “Cats that kill kittens,” www.messybeast.com/kill_kit.htm. También, “Cannibalism in Animals,” www.hamshahri.org/musiems/daarabad/inwm/no.8/english/wnw/wnw01.html.

 

[17] “ Es un error frecuente comparar los comportamientos humanos y animales, como si tuviéramos la misma naturaleza. Vemos, por ejemplo, actos de inenarrable ferocidad entre animales como la muerte de las crías, de los individuos más débiles y de las parejas después de aparearse. Esto no significa que los hombres deban ajustar sus vidas a los patrones seguidos por los seres irracionales, no dotados de una conciencia individual. Las leyes que rigen el comportamiento humano son de una naturaleza diferente y deben ser buscadas donde Dios las inscribió, es decir, en la naturaleza humana”. (Bruto Maria Bruti, Domande e risposte sul problema dell”omosessualità , www.paginecattoliche.it/domande­_omosessualita.htm).

 

[18] Sarah Hartwell, “Cats that kill kittens.” (Destaques nuestros.)

 

[19] “Cannibalism in Animals.” (Destaques nuestros.)

 

[20] Frans B. M. de Waal, “Bonobo Sex and Society,” Scientific American, Mar. 1995, pp. 82-88, www.songweaver.com/info/bonobos.html. (Destaques nuestros.)

[21] Antonio Pardo, “Aspectos médicos de la homosexualidad,” Nuestro Tiempo, Jul./Aug. 1995, pp. 82-89.

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