
vISITANTE N°
La verdad hace libre
CIENCIA
VISUALIZACIONES Y EL RENDIMIENTO ESCOLAR DE LOS JÓVENES
Las posibilidades de la visualización para la curación epigenética (ver reseña anterior La biología de las creencias) son demostradas en un estudio reciente. Se examinó cómo las expectativas de los estudiantes afectan sus notas en matemáticas.
Carol Dweck, doctora en psicología de la Universidad de Stanford, EEUU, descubrió que las creencias que los estudiantes tienen acerca de la naturaleza de su inteligencia afecta su desempeño escolar. Algunos piensan que su inteligencia funciona como la cantidad de dientes en tu boca o los centímetros de alto que mide el cuerpo, que es estática y fija.
Otros piensan que la inteligencia puede crecer y desarrolarse, como una planta. Lo mismo piensa Caroline Leaf, en su libro Enciende tu Cerebro.
Carol comparó el desempeño de los estudiantes durante dos años en matemáticas, reportando que aquellos que creían que la inteligencia podía crecer tuvieron mejoras sustanciales en sus calificaciones en comparación con los que pensaban que era fija y estática.
Para probar sus resultados sometió a otra prueba a un grupo de estudiantes que tenían malas calificaciones, lo dividió en dos pequeños grupos al azar. El primero recibió información sobre herramientas de estudio para conseguir mejores calificaciones (lo usual que se imparte en los colegios). El segundo recibió información sobre los últimos descubrimientos sobre el cerebro, de qué formas el cerebro crece y desarrolla nuevas conexiones neuronales cuando se ve confrontado con la novedad y el cambio. Ellos «aprendieron que el cerebro forma nuevas conexiones cada vez que aprendes algo nuevo, y eso, con el tiempo, te hace más inteligente».
Al finalizar el semestre, aquellos estudiantes que recibieron el cursillo típico de mejoramiento escolar no mostraron cambios tan sorprendentes como los chicos del grupo del minicurso novedoso en neurociencia, los segundos, tuvieron notas significativamente mejores.
Los chicos de este grupo también recibieron un entrenamiento extra para realizar visualizaciones sobre cómo su cerebro estaba creciendo constantemente. Estas visualizaciones tuvieron efectos positivos concretos en su desempeño.
No es irracional pensar que las visualizaciones pueden ser aplicadas con éxito a mejorar la salud. Lo que imaginamos, podemos crearlo.
Llenando nuestra mente de imágenes positivas podemos producir un ambiente epigenético que potencie nuestros procesos curativos naturales.
Las visualizaciones han demostrado resultados increíbles en las investigaciones sobre el cáncer, son las responsables -en parte- de miles de casos de remisiones espontáneas por todo el mundo.
El libro es tan impresionante que este espacio se queda corto. Para terminar sólo quiero dejar un mensaje a mis lectores. Saber – a ciencia cierta – que nosotros podemos afectar la producción de las proteínas curativas en nuestro cuerpo, que podemos cambiar genéticamente si así lo deseamos, es reconfortante.
Las herramientas para hacer este proceso de curación en tu vida ya han sido demostradas científicamente y además están a tu disposición. Pueden ser cultivadas y aprendidas por Todos. Esta verdad es un incentivo fuerte para aprenderlas, para mejorar nuestras actitudes, nuestras creencias, nuestra vida… herramientas terapéuticas que exceden en mucho las promesas de la mayoría de las terapias convencionales, de la quimioterapia, la radioterapia y demás tratamientos invasivos.