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LA SANTIDAD EN EL MINISTERIO

La santidad es el atributo esencial de Dios.   Se afirma que la santidad es pureza que se afirma a sí misma; es pureza moral, no solamente en el sentido de ausencia de toda mancha moral, sino en la complacencia en todo bien moral. Es pues la santidad de Dios el perfecto acuerdo entre su voluntad divina y su naturaleza divina (ICor.6:12; 10:23). Por la dificultad en ser comprendida por la mente pecaminosa del hombre, Dios ha tenido que ir revelando en forma gradual el concepto de pureza y esto lo muestra en el Antiguo T.

Primer concepto: separar, separación.

  • Génesis 2:3 “y bendijo Dios el día séptimo y lo santificó”.

  • Abraham: un pueblo separado, pueblo santo a pesar de sus rebeldías y manchas.

  • Dios se revela como un Dios santo (separado).

Segundo concepto: pureza ceremonial  (Después del fracaso de Israel al pie del monte Sinaí)

  • Animales limpios e inmundos (Lev. Cp.11)

  • Purificación de la mujer después del parto (Lev. Cp. 12)

  • Leyes sobre la lepra, impurezas físicas (Lev. Cp. 13-15)

Tercer concepto: pureza moral

  • Leyes morales (Lev. Cp. 18-20)

 

LA SANTIDAD ES UN PRE REQUISITO INHERENTE AL MINISTRO CRISTIANO:

Si servimos a un Dios santo, sus ministros lógicamente debemos vivir en santidad. La Palabra de Dios lo demanda claramente: Ex 28:36~38; Lev 11:44; I Timot 3:2 -11; 2 Timot 2:19-22

“Harás además una lámina de oro fino y grabarás en ella como grabadora de sello, SANTIDAD A JEHOVÁ ... y estará sobre la mitra, por la parte delantera.. Y estará sobre la frente de Aarón

"Porque yo soy Jehová vuestro Dios; vosotros por tanto os santificaréis, y seréis santos, porque yo soy santo"

“Pero es necesario que el obispo sea irreprensible marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso hospedador ... no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, amable, apacible, no avaro...que tenga buen testimonio de los de afuera..”.

“Conoce el Señor a los que son suyos; y :Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo.. Así que, si alguno se limpia de éstas cosas, será instrumento para honra, santificado, útil al Señor.. Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo”.

LA SANTIDAD EN LA VIDA DEL MINISTRO:

Como creyentes en Jesucristo, ya somos posicionalmente santos, en el sentido de apartados para Dios, con el cielo como destino. Pero también hemos, sido llamados a ser santos experimentalmente, viviendo vidas puras en armonía con la santidad y pureza de Dios, que es la vida del cielo nuestro destino:

“a los santificados en Cristo Jesús llamados a ser santos con todos los que.. Invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo”  l Cor 1:2.

 

Aunque la santidad perfecta es un proceso en esta vida ( l Juan 1:5 -10 ), Dios espera de nosotros la disposición de corazón, la voluntad de santidad; nos promete su intervención (Fil 1:6), y ha provisto los recursos para nuestro perfeccionamiento continuo ( ICor. 6:19; Efe. 4:11-13). Debe abarcar todo nuestro ser:

“Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo”  1Tes. 5:23.

PECADOS DEL ESPÍRITU:

El Espíritu humano es la parte de nuestro ser que nos comunica con Dios. Por lo tanto, podemos llamar pecados del espíritu a aquellos que son violaciones de las leyes y principios en nuestra relación con Dios, como por ejemplo:

  1. Cuando no le adoramos: Juan 4:24

  2. Cuando no tenemos comunión filial con El. Rom. 8:15

  3. Cuando no oramos como debiéramos: 1 Cor 14:15, 1 Tesal. 5:17-18

  4. Cuando no servimos a Dios como Él lo demanda: 1 Cor. 7:34

  5. Cuando no le servimos con una actitud correcta: Filip. 3:3

  6. Cuando por soberbia u orgullo pretendemos quitarle la gloria a Dios: Efesios 3:21

 

PECADOS DE LA CARNE:

  • El alma humana: intelecto, emociones y voluntad. Nos, relaciona con nosotros mismos y con el mundo que nos rodea. Estas facultades, esencia de la naturaleza humana, fueron corrompidas por el pecado, de tal manera que siempre tienden al mal, y no pueden sujetarse a la santidad de Dios.

  • Esto es lo que la Biblia llama “CARNE” y que produce pecado Sant. 1:14 -15; Luc. 6:45

  • Por  el  nuevo  nacimiento,  el  Espíritu  Santo  comienza  a  obrar  influyendo  y renovando nuestro intelecto, emociones y voluntad. Pero la tendencia pecaminosa no desaparece del todo, sino que tiene que ser continuamente “crucificada”: Rom 8:13

  • Los pecados de la carne son los pecados del alma: Gál. 5:19-21

 

Hay un énfasis en condenar lo que la sociedad secular condena, en la iglesia, y esto se da porque en la práctica ministerial no hay una santidad “contra lo inmoral conforme a la mente de Dios”. Y esto encierra a los pecados sexuales. Por consiguiente notemos que para Dios todos los pecados son igualmente detestables Gál 5 19:21 muestra:

 “Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios”.

CUATRO CLASES DE PECADO: En La Escritura de Gálatas encontramos, cuatro clases de pecado:

  • Pecados contra la pureza sexual: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia.

  • Pecados contra la verdad: idolatría, herejías.

  • Pecados contra el amor: enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, envidias.

  • Pecados contra la vida y sociedad: borracheras, orgías, homicidios.

 

LA SANTIDAD EN EL MINISTERIO:

  1. Pecados del espíritu más comunes en el ministerio:

  • La Falta de amor a Dios: Juan 21:15-17

  • Falta de oración Luc. 22:40-46.

  • Autosuficiencia, falta de dependencia de Dios. Juan 15:4-5.

  • Soberbia, orgullo por los frutos del ministerio Luc. 17:10

  1. Pecados de la carne más comunes en el ministerio:

  • La Falta de amor a las ovejas: l Co.13:1-3.

  • Resentimiento por ingratitud de la iglesia: 2 Co 12-15.

  • Falta de armonía entre consiervos; celos, envidia, críticas, calumnias., contiendas, maltrato: l Co.3:3, 12:26; Gál. 5:20-21.

  • Pensamientos impuros en relación a personas del sexo opuesto: Fil. 4:8; 2 Tim. 2:22.

 

DIEZ CONSEJOS PRÁCTICOS PARA SANTIDAD EN EL MINISTERIO:

  1. Revisar nuestras convicciones con relación al llamamiento Jer. 1:5-8.

  2. Revisar y corregir nuestras motivaciones para el ministerio Juan 21:15-17.

  3. Llevar una vida consistente de oración y adoración a Dios 2 Co. 3:18.

  4. Leer y meditar en la Palabra de Dios para bendición personal, y no solamente para predicar o enseñar; llenar la mente y el corazón de esa Palabra. Deut.11:18.

  5. Revisar cuántos aspectos del fruto del Espíritu se ha alcanzado, y buscar perseverantemente los que faltan Gál 5:22-23.

  6. Usar de extrema prudencia en el trato con personas del sexo opuesto, especialmente en la consejería. Job 31:1.

  7. Asesorar el manejo del dinero de la iglesia con los diáconos Hch 6:2-5.

  8. Tomar conciencia de la unidad orgánica del pueblo de Dios como cuerpo de Cristo, y de sus ministros como consiervos, por encima de toda diferencia denominacional o de énfasis particulares en las doctrinales secundarias. Efes 4:3-5.

  9. Pedir revelación o discernimiento del Espíritu Santo, o ayuda pastoral, para detectar heridas del alma o ataduras espirituales que esté afectando su vida, sus relaciones personales y el ministerio. No tener vergüenza de buscar sanidad y liberación si es necesario.  Sal 147:3.

  10. Asegurarse  de  haber  recibido  el  bautismo  con  el  Espíritu  Santo  y,  de  estar  viviendo continuamente lleno de Él, para tener más recursos espirituales para una vida victoriosa y plena Hch. l:8; Ef. 5:18.

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