
vISITANTE N°
La verdad hace libre
TEOLOGíA
EL MAL
LA NATURALEZA DEL MAL: EL PUNTO DE REFERENCIA MORAL
Pensadores prominentes como David Hume, H.G. Wells y Bertrand Russell han concluido, sobre la base de sus observaciones del sufrimiento y la maldad, que el Dios de la Biblia no existe. Hume lo expresó, sucintamente, cuando escribió, refiriéndose a Dios:
• ¿Está dispuesto a evitar la maldad pero no puede? Entonces es impotente.
• Sí puede, ¿pero no está dispuesto? Entonces es malévolo.
• Puede y está dispuesto a evitar la maldad, ¿por qué existe la maldad, entonces?.
• Si hay un Dios, que es absolutamente Bueno y Todopoderoso, nunca podrían haber sucedido atrocidades como el genocidio de seis millones de judíos perpetrado por Hitler.
Ningún cristiano duda que lo que Hitler hizo con los judíos fue un crimen espantoso. Pero debo apresurarme a señalar, antes de ofrecer una perspectiva bíblica del problema de la maldad, que el hecho mismo de “categorizar las acciones de Hitler como malas plantea una importante cuestión filosófica”. Como muchos pensadores han observado, para decir “que hay maldad en el mundo, es necesario determinar en primer lugar qué criterios se usarán para juzgar algo como malo”.
Por consiguiente, preguntémonos:
¿Qué cosas se juzgarán malas y qué cosas no se juzgarán así?, ¿Cuál será la unidad de medida moral que se usará para evaluar moralmente a las personas y los sucesos?, ¿Qué proceso permitirá diferenciar el bien del mal y viceversa?
Este punto de referencia; ¿es relativo, es una moral de situación, es una moralidad hecha por el hombre, o un punto de referencia absoluto, que nos conlleva a la Existencia de Dios?
La realidad es que es imposible distinguir el mal del bien si no contamos con un punto de referencia infinito que sea absolutamente bueno. De lo contrario, uno sería como una persona navegando a la deriva en el mar, en la oscuridad de la noche y sin brújula (o sea, que no hay manera de distinguir el Norte del Sur sin el punto de referencia absoluto de la aguja del compás).
El punto de referencia infinito para diferenciar el bien del mal solo se puede encontrar en la persona de Dios, porque solo él puede colmar la definición de «absolutamente Bueno». Si Dios no existe, no hay absolutos morales que nos den derecho a juzgar algo (o a alguien) como malo. Más específicamente, si Dios no existe, no hay ninguna razón absoluta para juzgar, por ejemplo, los crímenes de Hitler. A la luz de esto, la realidad de la maldad en realidad reivindica la existencia de Dios más que refutarla.
¿CUÁL ES EL ORIGEN DE LA MALDAD?
La creación original fue «muy buena» (Génesis 1:31). No había pecado, no existía la maldad, no había sufrimiento ni muerte. Hoy, en cambio, el mundo está sumido en el pecado, la maldad, el sufrimiento y la muerte. ¿Cómo se llegó a este estado? Las Escrituras enseñan que:
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El descenso comenzó cuando Adán y Eva se aprovecharon del libre albedrío que Dios les había dado y le desobedecieron (d. Génesis 3).
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Algunas personas se preguntan por qué Dios no podría haber creado al ser humano de manera tal que nunca hubiera podido pecar, no dando cabida así a la maldad.
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El hecho es que dicho escenario implicaría que no fuéramos verdaderamente humanos.
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No tendríamos la capacidad para tomar decisiones ni para amar libremente.
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Este escenario hubiera requerido la creación de robots capaces de actuar solo conforme a lo que estaban programados, como esas muñecas que hablan cuando jalamos una cuerda y dicen: «Te amo» Y Paul Litde señala que con dicha muñeca «no habría insultos, jamás habría conflictos, ¡nadie diría ni haría nada que pudiera entristecerte!
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Pero, ¿quién querría vivir en ese estado? Tampoco existiría la posibilidad del amor.
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El amor es voluntario. Dios podría habernos hecho como robots, pero habríamos dejado de ser hombres.
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Aparentemente pensó que valía la pena correr el riesgo de crearnos como nos creó.
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El amor no puede programarse; debe expresarse libremente.
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Dios quería que Adán y toda la humanidad mostraran amor eligiendo libremente la obediencia. Por eso, Dios le dio a Adán y a todos los demás seres humanos el libre albedrío.
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· Geisler tiene razón cuando dice que «el amor forzado es una violación; y Dios no es un violador divino. No hará nada que coaccione las decisiones de los hombres».
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Una elección libre, sin embargo, deja abierta la posibilidad de una elección errónea. Como lo expresa J.B. Phillips: «La maldad es algo inherente al riesgo implícito en el don del libre albedrío».
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En vista de los hechos bíblicos, podemos concluir que el plan de Dios tenía el potencial para la maldad cuando concedió la libertad de elección a los seres humanos, pero que el origen concreto de la maldad fue resultado de un hombre que se apartó de la voluntad de Dios y prefirió concentrarse en sus propios deseos egoístas.
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Norman Geisler y Jeff Amanu, señalan: «Mientras que Dios creó el hecho de la libertad, son los humanos los que ejercen los actos de la libertad. Dios hizo posible el mal, las criaturas lo hicieron efectivo».
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Desde que Adán y Eva hicieron efectiva la maldad, aquella primera vez en el Jardín de Edén, la naturaleza del pecado se ha transmitido a todo hombre y mujer (d. Romanos 5:12; 1 Corintios 15:22), y es debido a la naturaleza pecaminosa que hoy continuamos ejerciendo nuestro libre albedrío para hacer efectiva la maldad (d. Marcos 7:20-23).
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Es más, los males naturales, como los terremotos, los tornados y las inundaciones, radican en el mal uso que damos a nuestro libre albedrío. No debemos olvidar que como vivimos en un mundo caído, estamos sujetos a desastres de la naturaleza que no habrían ocurrido si el hombre no se hubiera rebelado contra Dios en un principio (cf. Romanos 8:2022).
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En el Jardín de Edén no había ni desastres naturales ni muerte hasta después del pecado de Adán y Eva (d. Génesis 1-3). No habrá desastres naturales ni muerte en el cielo nuevo y la tierra nueva, cuando Dios, de una vez por todas, ponga fin a la maldad (d. Apocalipsis 21:4).
Con lo dicho en mente, de ello, extraigamos una fórmula para mayor claridad de 6 elementos para entender la procedencia del mal:
1. Dios solo creo cosas buenas: "Y dijo Dios bueno en gran manera"
2. Dios Creo al hombre a su Imagen (Reflejar) y Semejanza (Similar--Como si fuera--Se parece a).
3. Una de las cosas buenas que Dios creo fue el libre albedrio en el hombre: "LA LIBERTAD DE TOMAR DECISIONES"
4. El libre albedrio hace posible el mal, puesto que
a. Es el poder de actuar de otra manera
b. Actuar de una manera diferente al bien es malo.
5. Por tanto, una criatura perfecta y libre puede hacer el mal.
6. Entonces; ¿Quién fue el primero, en usar el libre albedrio y auto pecar?, enfoquémonos en este punto:
Preguntémonos ¿Que causo que pecara Lucifer? Puedo responder sin temor a equivocarme: Nadie; Nada. Él fue la causa de su propio pecado. El pecado es una ACCION AUTOCAUSADA; una acción por la cual no podemos culpar a ningún otro ser ni a ninguna otra cosa. Entonces, podría decir:
• ¿Quién causo el primer pecado? Lucifer
• ¿Cómo lo Causo? Por el poder de libre albedrio que le otorgo Dios. De esa manera es que DIOS HIZO POSIBLE el mal al crear UNAS CRIATURAS LIBRES, ELLAS TIENEN LA RESPONSABILIDAD DE CONVERTIRLO EN ALGO REAL.
CAUSA Y EFECTO
Entonces la respuesta se halla en lo que queremos decir al hablar de una "cosa" (una sustancia). Sin duda, el cristiano debe reconocer que Dios creo todas las "cosas o sustancias" (que son cosas en sí mismas). Aun así, no tenemos que aceptar que existen "cosas malas". Pues bien, pregunto, ¿cómo puede ser real el mal sin ser una cosa? Agustín hallo una respuesta satisfactoria que ha permanecido:
"El mal es la carencia, la privación o la corrupción real de una cosa buena". Es decir, que "el mal no tiene existencia en sí mismo, El mal solo existe en una cosa o sustancia, y todas las cosas que Dios hizo son buenas”.
En resumen, "tiene que existir una cosas buena para que exista el mal en ella" "El mal no puede existir por sí mismo, requiere de la existencia de la cosa buena, para existir"
Por lo tanto reformulémonos el argumento contra Dios a partir de la Naturaleza del mal (y para mostrar por que no se llega a esa deducción), con la siguiente formula:
1. Dios creo todas las cosas (sustancia)
2. El mal no es una "Cosa".
3. Por lo tanto, Dios no creo el mal (Este no existe por sí mismo)
Para sustentar lo afirmado en la formula, pondré varias ilustraciones que nos ayudaran a comprender, que el mal, no es una cosa en sí mismo, sino que es una carencia o corrupción de una "Cosa Buena". El mal es real, una carencia real, una corrupción real. Sin embargo, no es una cosa (SUSTANCIA) real:
EL MAL ES COMO UNA HERIDA EN UN BRAZO
Tener una herida es algo real. Sin embargo, una herida no es una "Cosa". Lo que sucede es que las heridas solo existen en cosas buenas... como un brazo.
La herida es real (Preguntemos a cualquiera que haya tenido una herida), pero la herida no existe en sí misma. Solo existe en otra cosa como privación o corrupción de ella. Por tanto, no existe un cuerpo totalmente herido. Un cuerpo totalmente herido ya no es un cuerpo.
EL MAL ES COMO LA PUDRICION EN UN ARBOL
El mal es como la pudrición en un árbol. De nuevo en este caso, la pudrición pura solo existe en alguna cosa. Un árbol totalmente podrido no es un árbol, sino mantillo en el suelo.
La pudrición existe en el árbol como una corrupción del mismo, pero no tiene existencia en sí misma.
EL MAL ES COMO EL ÓXIDO EN UN AUTOMOVIL
El óxido es una corrupción de una cosa buena (el hierro), pero no existe por sí solo.
Es una privación o carencia de una cosa buena. Un auto totalmente oxidado no existe, solo es una mancha oscura en la carrocería. Salvo que haya estado años, a la intemperie, como en la figura del costado. No obstante, el óxido es real, es una carencia real en una cosa buena, como bien lo sabe todo el que haya tenido un auto muy oxidado.
EL MAL ES COMO LOS AGUJEROS DE POLILLA EN LA LANA
Las polillas pueden corromper un abrigo de lana, pero los agujeros no tienen existencia en sí mismos.
Solo existen en otras cosas. Repito, una pieza de ropa totalmente comida por las polillas deja de existir. El mal es una corrupción real, pero no es una cosa (sustancia) real.
RESPUESTAS A ALGUNOS MAL ENTENDIDOS EL MAL NO ES UNA SIMPLE AUSENCIA DEL BIEN:
Al referirse al mal como una privación o carencia de una cosa buena, hay quienes han llegado a la conclusión errada de que eso hace del mal una simple ausencia del bien. Sin embargo, no es así. Por ejemplo, el poder ver está ausente lo mismo en las piedras que en las personas ciegas, pero existe una gran diferencia.
Por naturaleza, se da por sentado que la piedra no ve, así que en ella no hay ninguna privación de la vista. En cambio, se da por sentado que el ser humano debe ver por naturaleza, es algo que forma parte de su naturaleza. En un ser humano, la ceguera es una privación o carencia real. El ser humano ha sido diseñado por naturaleza para que pueda ver, la piedra no.
VER EL MAL COMO UNA PRIVACION NO IMPLICA QUE ESTE NO SE REAL:
Decir que el mal es una privación, o la carencia de algo bueno que debería estar presente, no significa que el mal no sea real. Las privaciones son reales. Ser ciego es algo real. Pregúntele a cualquier persona que sea ciega. O trate de vendarse los ojos usted mismo. De igual manera, estar mutilado (privado de un miembro) es algo real. Es una carencia real. Átate un brazo, o los dos si quieres, detrás de la espalda, y trata de realizar tus labores normales. Pronto notaras lo real que es tener esta privación.
De aquí que una simple ausencia no sea en sí misma un mal, sino que un mal es la ausencia de un bien que debería estar presente. Las privaciones no se pueden calificar como NADA. Son reales: "Carencias o corrupciones reales de algo que debe estar presente"
VER EL MAL COMO HUNA PRIVACIÓN NO ES NEGAR QUE EXISTA UNA DEPRAVACIÓN TOTAL:
El cristianismo bíblico cree que los seres humanos caídos se hallan en un estado de "Depravación total". Sin embargo, acabamos de ver que nada puede ser totalmente malo. ¿Cómo se pueden reconciliar ambas cosas?
En primer lugar, la Biblia habla de la depravación total en un sentido MORAL, no en un sentido METAFISICO NI ONTOLOGICO. Es decir, que no puede existir un ser que se halle del todo privado de su ser, porque entonces sería un no ser (nada) y no sería un ser. No obstante, pueden existir (y existen) seres humanos (todos nosotros) cuyo ser tenga una tendencia total hacia el pecado. Podemos tener una tendencia total hacia el pecado y, con todo, seguir existiendo. El mal "total es MORAL". Tiene que ver con el hecho de PENSAR, DESEAR, Y HACER COSAS MALAS, y no con nuestra naturaleza misma como algo que se halle totalmente privado de todo SER.
Además de esto, hasta la depravación total en el sentido moral no significa que siempre estemos pecando lo más que podamos. Significa que tenemos propensión (Inclinación) a pecar y necesidad de morir (Rom.3.5). Significa que no podemos en lo absoluto alcanzar salvación por esfuerzo propio Ef.2.8-9. No significa que, como seres caídos que somos, no existamos como seres creados a la imagen de Dios. La Biblia indica que los seres humanos caídos siguen siendo seres hechos a imagen de Dios, por eso es malo asesinar seres humanos Gn.9.6 o maldecirlos Stg.3.9
Terminando este tema podemos ver la fórmula de la siguiente manera:
1. Dios solo creo cosas buenas
2. Dios Creo Imagen (Reflejar) y Semejanza (Similar--Como si fuera--Se parece a) al Hombre
3. Una de las cosas buenas que Dios creo fue el libre albedrio en el hombre: "LA LIBERTAD DE TOMAR DECISIONES"
4. El libre albedrio hace posible el mal, puesto que:
a. Es el poder de actuar de otra manera
b. Actuar de una manera diferente al bien es malo.
c. El mal por sí mismo no tiene sustancia, no es una cosa.
5. Por tanto, una criatura perfecta y libre puede hacer el mal.
6. ¿Que causo que pecara Lucifer? Nadie; Nada. Él fue la causa de su propio pecado.
7. ¿Qué es el pecado? El pecado es UNA ACCIÓN AUTOCAUSADA; una acción por la cual no podemos culpar a ningún otro ser ni a ninguna otra cosa.
8. ¿Quién causo el primer pecado? Lucifer.
9. Como lo Causo? Por el poder de libre albedrio que le otorgo Dios. De esa manera es que DIOS HIZO POSIBLE el mal al crear UNAS CRIATURAS LIBRES, ELLAS TIENEN LA RESPONSABILIDAD DE CONVERTIRLO EN ALGO REAL. Bibliografía: Estudiar Si Dios Existe, ¿Por qué el Mal? Autor: Norman L. Geisler Editorial Unilit.
¿QUÉ PROPÓSITO TIENE DIOS AL PERMITIR LA MALDAD?
A Dios no le sorprende que el ser humano se aproveche del libre albedrío que le dio y lo desobedezca. C.S. Lewis sugiere que Dios, en su omnisciencia, «vio que de un mundo de criaturas libres, aunque hubieran caído, podría hacer surgir... una felicidad más profunda y un esplendor más radiante que nunca hubiera sido posible en un mundo de autómatas». O, como bien puntualiza Geisler, “el que cree en Dios no tiene que alegar que nuestro mundo presente sea el mejor de los mundos posibles, sino que es el mejor camino hacia el mejor mundo posible: «Si Dios ha de preservar la libertad y derrotar a la maldad, esta sería la mejor manera de hacerlo. La libertad se preserva en la medida de que cada persona determine libremente su destino. La maldad se vence en tanto que quienes rechazan a Dios son apartados de los demás, las decisiones de cada persona se convierten en permanentes. Quienes eligen a Dios serán confirmados y el pecado dejará de ser. Quienes rechazan a Dios están en cuarentena eterna y no podrán trastocar el mundo perfecto que se ha instaurado. Se habrá logrado el propósito final de un mundo perfecto con criaturas libres, si bien la manera de llegar a ese estado requerirá que aquellos que abusan de su libertad sean expulsados”.
Un factor importante y crítico implícito en la sugerencia de que este no es el mejor de los mundos posibles pero es el mejor camino hacia el mejor de los mundos posibles es que Dios todavía no ha acabado su obra. Con demasiada frecuencia la gente cae en la trampa de creer que, como Dios todavía no ha acabado con la maldad, no está haciendo nada en absoluto. Recuerde, que al leer Apocalipsis, en el último capítulo, nos muestra nuestra victoria, el haber ganado. Por consiguiente, un día no habrá más maldad. El que la maldad todavía no haya sido liquidada no significa que jamás lo será.
En vista de estos factores, la existencia de la maldad en el mundo es compatible con la existencia de un Dios que es absolutamente Bueno y Todopoderoso. Podemos resumir los hechos de la siguiente manera:
1. Si Dios es absolutamente Bueno, vencerá a la maldad.
2. Si Dios es Todopoderoso, puede vencer a la maldad.
3. La maldad todavía no ha sido derrotada.
4. Por lo tanto, Dios puede y un día vencerá a la maldad.
Un día, en el futuro, Cristo regresará, despojará a los malvados de su poder, y todos los hombres y las mujeres deberán rendir cuentas de lo que hicieron durante su estadía en la Tierra (cf. Mateo 25:31-46; Apocalipsis 20: 11-15). La justicia al fin prevalecerá. Quienes lleguen a la eternidad, sin haber confiado en Jesucristo para su salvación, entenderán lo bien que Dios se encargó del problema de la maldad.
Algunas soluciones inadecuadas al problema de la maldad.
¿NO SERÍA MEJOR QUE DIOS ACABARA CON LA MALDAD DE UNA VEZ POR TODAS?
Algunos escépticos pueden verse tentados a postular que un Dios Todopoderoso no debería invertir toda: la historia humana encargándose del problema de la maldad. No cabe duda que Dios podría liquidar la maldad en un instante, pero esta opción tendría implicaciones definitivas y funestas para todos nosotros. Como puntualizó Paul Litde:
«Si Dios acabara hoy mismo con la maldad, lo haría de manera concluyente. Su acción tendría que incluir nuestras mentiras e impurezas, nuestra falta de amor, nuestra incapacidad de hacer el bien. Supongamos que Dios decretara que, a partir de la medianoche, acabaría con la maldad en el universo, ¿quién de nosotros quedaría después de medianoche?. Aunque la solución final de Dios para el problema de la maldad está pendiente, como he argumentado, él ya ha tomado recaudos para que el mal no cunda caóticamente. En realidad, Dios nos ha dado:
· Gobiernos humanos para contrarrestar la ilegalidad (cf. Romanos 13: 1,7).
· Estableció la iglesia para que fuera una luz en medio de la oscuridad, con el fin de fortalecer a su pueblo y aun para restringir, mediante el poder del Espíritu Santo, la propagación de la maldad en el mundo (p.ej. Hechos 16:5¡ 1 Timoteo 3:15).
· En su Palabra, Dios nos ha provisto una norma moral para guiamos y conducirnos por el camino de rectitud (cf. Salmo 119).
· Nos ha dado el núcleo de la familia para traer estabilidad a esta sociedad (p.ej. Proverbios 22:15; 23:13), ¡y muchísimo más.
EL LIBRE ALBEDRÍO: DOS DEFINICIONES PARA AGREGAR ANTES DE TRATAR EL TEMA:
Debemos rechazar la teoría de la voluntad neutral no sólo por ser irracional, sino porque, como veremos, es radicalmente anti bíblica. Los pensadores cristianos nos han dado dos importantísimas definiciones del libre albedrío. Consideraremos primero la definición ofrecida por Jonathan Edwards en su obra clásica On the freedom of the will (Sobre la libertad de la voluntad). Edwards definía la voluntad como "la mente escogiendo". Antes de poder hacer elecciones morales, debemos tener primero alguna idea de qué es lo que estamos escogiendo. Nuestra selección se basa entonces sobre lo que la mente aprueba o rechaza. Nuestro entendimiento de los valores juega un papel crucial en nuestras decisiones. Mis inclinaciones y motivos, al igual que mis elecciones en sí, están moldeados por mi mente. Además, si la mente no está implicada, entonces se hace la elección por ninguna razón y sin razón alguna. Es, pues, un acto arbitrario y moralmente absurdo. El instinto y la elección son dos cosas diferentes. Una segunda definición del libre albedrío es "la capacidad de escoger lo que queremos". Esto se apoya en el importante fundamento del deseo humano. Tener libre albedrío es ser capaz de escoger conforme a nuestros deseos. Aquí el deseo juega un papel vital en cuanto a proveer una motivación o una razón para hacer una elección. Ahora viene la parte engañosa. Según Edwards, un ser humano no sólo es libre para escoger lo que desee, sino que debe escoger lo que desea, para ser capaz de escoger en absoluto. Lo que yo llamo ley de la elección de Edwards es esto: "La voluntad siempre escoge según su más fuerte inclinación en el momento." Esto significa que toda elección es libre y toda elección está determinada. Dije que esto era engañoso. Parece una flagrante contradicción decir que toda elección es libre y, sin embargo, que toda elección esté determinada. Pero "determinada" aquí no significa que algún agente externo fuerce la voluntad. Por el contrario, se refiere a nuestra motivación o deseo interno. En resumen, la ley es ésta: “nuestras elecciones están determinadas por nuestros deseos”. Continúan siendo nuestras elecciones porque están motivadas por nuestros propios deseos. Esto es lo que llamamos “autodeterminación, que es la esencia de la libertad”.