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CIENCIA

UNA VIDA SIN SENTIDO

“Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad; porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles” (Romanos 1:18-23)

 

En estos días, en esta sociedad occidental, donde prima el materialismo y el hedonismo como forma de vivir – o más bien, forma de morir viviendo – muchos se jactan de no seguir ninguna religión o creencia, pero se equivocan.

 

El hombre es un ser espiritual, y su tendencia natural es la de seguir una creencia, es decir, una forma u otra de entender la existencia, de la cual, como ser pensante, él es consciente.

 

Muchos piensan que no tienen religión alguna, y no obstante, todo ser humano - lo piense o no, lo acepte o no - sigue como poco los parámetros de una creencia, aun subjetiva e interesada, ajustada y hecha a la medida.

 

Básicamente los hombres partimos de dos posicionamientos diametralmente opuestos a la hora de hablar de creencia:

 

Una es la CREENCIA EN DIOS, EL CREADOR; otra es la creencia en el llamado evolucionismo. UNA IMPLICA UN SER EXISTENTE Y CREADOR Y DADOR DE LA VIDA; la otra implica un llegar a ser las cosas por el resultado del azar o la casualidad. UNA IMPLICA UN PROCESO INTELIGENTE, PENSANTE Y DE INGENIERÍA MILIMÉTRICA; la otra implica... ¡nada! UNA IMPLICA RESPONSABILIDAD ANTE ESE SER; la otra implica... ¡nada! UNA APUNTA HACIA EL TODO, la otra apunta hacia... ¡nada!

 

Cuando uno llega a creer que no hay Dios, o de que Dios nunca nada tendrá que ver con él, entonces acalla su conciencia, y llega a sentir el engañoso alivio de no tener que rendir cuentas a nadie por encima de él por lo que hace en la vida o por como la vive. ÉSTE llega a ser dios de sí mismo, y procede según quiere y entiende, y no nos engañemos, esta es la filosofía de esta generación. Es la filosofía de muerte eterna a la que muchos, muchos se han abocado de cabeza.

 

El intento de ser nuestro propio “dios” ha llevado a las personas a mejorar su apariencia, esforzarse para tener los máximos logros y buscar el estatus social más alto como medio de auto verificación y realización. Sin embargo, cualquiera sea el pináculo de auto identidad que lleguemos a lograr, pronto se derrumba bajo la presión del rechazo hostil, la crítica, la auto evaluación, la culpa, el temor o la ansiedad.

 

Es probable, que algunos lleguen en algún momento a verse mejor, logren realizarse a un estándar más alto y alcancen el éxito, pero por diferentes circunstancias implicadas en ese esfuerzo humano incompleto se pierden, poseen dinero, fama, popularidad, pero sigue el vacío, que les hace recordar continuamente que están perdidos.

 

La persona natural siente que algo le falta, pero no logra llenar el vacío con el esfuerzo humano, ni el auto ayuda. Hay una ansia y gemido interior como resultado de esa ausencia de estar completos íntegros, faltos de Dios.

 

Para probar lo dicho, una de las formas de entendimiento de los demás, es preguntándoles: ¿Cómo defines tu vida?; Con esa pregunta le ayudo a dibujar un cuadro mental de su vida ¿Qué imágenes les vendría a la mente?. ESA IMAGEN ES UNA METÁFORA DE SU VIDA. Es la manera de ver la vida que están teniendo consciente o inconscientemente. Es su propia descripción de cómo funciona la vida y qué espera de ella.

 

Nos daremos cuenta de que hay tantas respuestas diferentes, como tantas sean las personas a las que les preguntemos, pero citemos algunas metáforas de la vida de algunos:

 

  • La vida es como un Circo de animales peligrosos, payasos y acrobacias.

  • La vida es como un campo de minas; Si no sabes dónde pisas te mueres.

  • Una montaña rusa; subes y bajas interminablemente y terminas vomitando y con dolor de cabeza.

  • La vida es como un rompecabezas; está dividida tanto que duele la cabeza.

  • La vida es como una sinfonía.

  • La vida es como un viaje y un baile.

  • La vida es como un carrusel; unas veces estás arriba y otras abajo y a veces das vueltas y vueltas.

  • La vida es como un juego de cartas y tienes que jugar la mano que te den.

 

Con lo dicho, la gente expresa a menudo la perspectiva de sus vidas en la forma de vestir, las joyas, los automóviles, los peinados, etc. La gente no se da cuenta que la metáfora que tiene de su vida determina la identidad, sus expectativas, sus valores, sus relaciones, sus metas, y sus prioridades. Más están enfocados a su hacer, a lo exterior, se enlazan más con sus roles externos, de donde creen, que se alimentara su identidad, su ser interior, pero en su interior, sigue habiendo ese vacío, Por ejemplo:

 

  • Si crees que la vida es una parranda, entonces tu valor primordial en la vida será pasarla bien.

  • Si ves la vida como una carrera, le darás valor a la velocidad, y es posible que siempre andes deprisa.

  • Si ves la vida como un maratón, la perseverancia será valiosa para ti.

  • Si la vida para ti es un deporte o una batalla, ganar será muy importante.

 

Usando otro medio, observemos una reunión de amigas, en su dialogó, Qué comunican. Y así saber qué clase de vida, tienen: BENDICIONES Y MALDICIONES:

 

En esta reunión una de ella se quejaba, de que su marido siempre estaba en casa; cuando él salía del trabajo, de inmediato se trasladaba a su hogar. Sábados y domingos se hallaba ahí de tiempo completo. Su malestar consistía en nunca poder estar sola; esta situación se le había convertido en un auténtico fastidio. En cambio, otra de las asistentes a la reunión, se lamentaba de que su pareja viajaba demasiado y era muy poco el tiempo que compartían. Una más, se sentía fastidiada porque su madre siempre estaba atenta de ella, la llamaba todos los días y constantemente preguntaba por su salud. Una señora, de mediana edad, se dedicó a quejarse toda la tarde de su trabajo, se le hacía rutinario y, por la cantidad de problemas que tenía a diario que resolver, muy pesado. Así, el grupo de mujeres que se había reunido para compartir una taza de café, más bien parecía una competencia de quién sufría más. Por supuesto, en su opinión, cada una de ellas se merecía el galardón del primer lugar, pues nadie de las presentes la podía superar.

 

Pero una de ella se autoevaluó y reflexionó: Y dijo, Yo cambié de óptica y traté de analizar lo positivo que contenía la situación de cada mujer. De la que se quejaba de la presencia del marido, su bendición era tener alguien que siempre la acompañaba; de aquella que se lamentaba de la ausencia de su pareja, su bendición era tener tiempo para dedicarse a otras cosas; quién no soportaba su trabajo, su bendición era tenerlo; y qué decir de la bendición de tener una madre que cariñosamente se ocupa de su hija. Concluí que toda bendición no aceptada se convierte en maldición.

 

Podemos extraer de lo anterior:

 

·         El definir la vida por el rol, conlleva a una vaciedad continua. Es usual tropezarse con personas que han hecho de sus vidas un calvario, pues han perdido la dimensión positiva de sus circunstancias, convirtiéndose en inconformes negativos. Creo que les produce una gran satisfacción recibir compasión de los demás, de hecho, es un juego psicológico para manipular el reconocimiento; obedece a una necesidad inconsciente de recibir caricias.

 

·         Por supuesto, es un juego mortal, pues perdemos la vida, porque en lugar de crecer en la intimidad y construir una valiosa relación, nos dedicamos a desperdiciar el recurso más valioso, no renovable e irrecuperable, que es la Vida en el tiempo y la relación.

 

Pondré otros dos ejemplo más:

 

EJEMPLO 2: Una vez hablé con el señor Manuel que acababa de construir una lujosa casa para su familia. Estaba comenzando a hacer una buena fortuna pero todavía no se había recuperado de algunas deudas grandes. Yo pensaba que habría sido más sensato de su parte construir una casa menos costosa y pagar algunos préstamos atrasados. Pero este tipo de comportamiento era uno de muchos actos irresponsables. Al buscar alguna explicación, le pregunté, por qué  había construido una casa tan grande y lujosa; y me respondió que le gustaba recibir invitados en cantidad y escuchar los elogios que hacían de su casa; eso lo hacía sentir bien interiormente. Por consiguiente aquí saltan estas preguntas: ¿Por qué se sentía bien?, ¿Qué necesidad trataba de satisfacer el señor Manuel con una casa grande y lujosa?

 

EJEMPLO 3: La señora Rut había perdido interés en su esposo y se sentía muy atraída hacia otro hombre. Era religiosa, y se sentía hondamente culpable por sus sentimientos; se le pregunto qué diferencia había entre los dos hombres. La señora no podía recordar realmente una lista de diferencias significativas entre ambos, salvo una: Sabía que estaba comprometida con su esposo, pero su relación con el amante no implicaba ningún compromiso. Preguntas: ¿Qué necesidad se veía amenazada por el compromiso?.

 

En base a estos ejemplos; he observado que muy dentro de estas personas, vibraba una demanda persistente de una vida estable, integra, permanente, que trascienda. Era tal que ni siquiera ellos mismos acertaban a describirla, pero que los estaba llevando, lamentablemente al desastre. Si escucháramos ese monólogo interno a veces imperceptible pero poderoso de sus consecuencias, oiríamos lo siguiente:

 

·         Necesito respetarme a mí mismo como una persona valiosa.

·         A veces ni siquiera me siento persona ¿Qué es mi vida?.

·         Necesito sentirme alguien.

·         Debo quererme, aceptarme.

·         Pero, para quererme y aceptarme realmente, debo ser alguien.

·         No me puedo aceptar si no valgo nada para nadie.

·         Debo poder considerarme importante.

·         Debo ser necesario (a) en alguna parte, necesito verme como alguien que puede hacer algo que tenga sentido para alguien. Pero eso no es suficiente.

·         Si quiero sentirme realmente como alguien valioso (a), alguien debe quererme en una forma incondicional, aceptarme tal como soy, sin exigir nada, ni presionarme.

·         Si me quisieran por actuar bien, estaría presionado (a) a seguir siempre actuando bien. Y sé que tal vez no pueda.

·         Entonces podría perder el amor. Necesito ser amado (a) con una aceptación que no pueda perder haga lo que haga.

 

Repito lo dicho en el inicio, el intento de ser nuestro propio “dios” “Creer que podemos disponer de la vida como queramos” ha llevado a las personas a mejorar su apariencia, esforzarse para tener los máximos logros y buscar el estatus social más alto como medio de auto verificación y realización. Sin embargo, cualquiera sea el pináculo de auto identidad que lleguemos a lograr, pronto se derrumba bajo la presión del rechazo hostil, la crítica, la auto evaluación, la culpa, el temor o la ansiedad, por buscar en los caminos errados, obtener verdades relativas, que llevan a una vida sin sentido. La gente opta por caminos, verdades, que creen que los llevaran a la verdadera vida, pero siempre están fallando.

 

Con lo dicho en el párrafo anterior, el gran enemigo del hombre es la ignorancia de sí mismo. No existe nada más frustrante que el hecho de no saber quién eres o no saber qué hacer con aquello que tenemos. Es muy debilitante poseer algo, pero no saber para qué sirve o cómo usarlo.

 

Pero aún más frustrante es tener una tarea que realizar, y no saber cómo llevarla a cabo.

 

Por ejemplo, Cuando éramos estudiantes, ¿Alguna vez llevamos tarea a la casa, y no sabíamos cómo hacerla, y sin embargo, hicimos el mejor esfuerzo?. En ese escenario, recordamos ese sentimiento de estar despiertos toda la noche, tratando y tratando, fallando y fallando, y al final de cuentas acabando enojados con todo el mundo, incluyéndonos a nosotros mismos. Nos es terrible que nos den algo que hacer, sin poseer el entendimiento de cómo hacerlo. Este es un motivo de mucha tristeza y frustración.

 

Sobre este respecto, todos los problemas de  la Vida, en raza humana, son el resultado de uno de los más grandes dilemas, y es:

 

  • La posesión sin Comprensión.

  • La Tarea sin la Instrucción.

  • Los Recursos sin el Conocimiento.

  • Tenerlo todo pero sin saber por qué y para qué.

  • Tener Potencial sin saber cómo usarlo.

  • Tener un Propósito en lo profundo, sin saber cómo hacerlo emerger.

  • El preguntarse: ¿De dónde surge tanto orden?, ¿Cómo a partir de la materia bruta, de la que sólo cabría esperar desorden, aparecen sin embargo configuraciones tal altamente ordenadas?.

  • O las preguntas que nos decimos a nosotros mismos:

 

  • ¿De dónde soy?

  • ¿Quién soy?

  • ¿Por qué estoy aquí?

  • ¿Qué soy capaz de hacer?

  • ¿Para dónde voy?

  • ¿Qué trascenderá de mí a la futura generación?

 

¿Qué hay oculto, en estas afirmaciones y preguntas? ; Básicamente, el dilema es que nos falta el ENTENDIMIENTO DEL DISEÑO PLENO, INTEGRO, COMPLETO QUE PROVIENE DE UNA VIDA ABSOLUTA. Sin entendimiento de ese conocimiento pleno, la vida es un experimento, como si estuviéramos en un laboratorio de un científico siendo observados sin ninguna respuesta, obteniendo, solo tristeza y frustración, es nuestra única recompensa.

 

Seguro se preguntará ¿Habrá solución para tal catástrofe?, ¿Y dónde puedo encontrar estas tres cosas, que me crean tanta vaciedad? ¿Quién puede responderme, o quien, llena estos vacíos, representados en estas preguntas fundamentales de necesidad humanas?

 

Mi respuesta está en este texto en Jn 14: 6Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.

 

Todas estas tres necesidades humanas, son encontradas perfectamente en Jesucristo, como también el satisface, las necesidades humanas, representadas en esas preguntas. Por lo pronto diría:

 

1.    ¿Está usted perdido (a), indiferente a Dios debido a sus pecados y transgresiones? Jesús es el camino.

 

2.    ¿Está usted en la necesidad de una verdad absoluta en lo natural y espiritual, sin ninguna mezcla de error? Jesús es la verdad.

 

3.    ¿Está usted con vida natural pero muerto (a) espiritualmente? Jesús es la vida, y él da vida eterna.

 

POR CONSIGUIENTE, MI NUEVA VIDA EN JESUCRISTO: YO SU CUERPO EL MI VIDA: Lea Jn.6:25-59

 

Juan 6:33, 35, 47 dicen:

 

“Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo… Jesús les dijo: Yo soy el pan de la vida, el que a mi viene nunca tendrá hambre, y el que en mí cree, no tendrá sed jamás… De cierto, de cierto os digo: El que cree en mi tiene vida eterna”.

 

            Podemos decir que la sangre de Jesucristo nos limpia de todos nuestros pecados, pero el Evangelio no estará completo si Jesús no es nuestro pan de vida, como lo explica el verso:

 

            Sabemos que Adán y Eva perdieron vida, y Jesús vino para darnos vida Jn.10:10

 

            ¿Pero cómo podemos recibir esta vida?, creo que Jesús nos da la respuesta en el caso de Nicodemo, un miembro del Consejo de gobierno judío, y también se aplica a nosotros. Conociendo muy bien qué había en el corazón de Nicodemo, Jesús contesto. Jn.3:3

 

“De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios”

 

            Todos hemos nacido físicamente vivos, pero para poder tener vida eterna y espiritual debemos “nacer de nuevo”, y la única forma de lograr eso es creyendo en Jesús y confiando en las obras de Cristo para darnos vida eterna, en Jn.6:29 y Ef.2:8-9 dice:

 

“Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado”; “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe”

 

Siempre recordemos que la vida eterna no es algo que obtenemos cuando morimos físicamente. Estamos eterna y espiritualmente vivos desde el momento en que nacemos de nuevo, por el contrario, sino nacemos de nuevo, tendremos una eternidad sin Cristo Jesús en nuestras vida Col.3:4

 

            Estar espiritualmente vivo, significa que nuestro ser integral, Espíritu, Alma y Cuerpo, está en unidad con Dios. Significa que estamos “en Cristo”, y que Cristo está en nosotros, no es un  relato histórico de los treinta y tres años en que apareció en la carne. La realidad es que, Yo soy su cuerpo Él es mi Vida. Usted es su cuerpo y Él es su Vida. A causa de esta unión, en nuestro espíritu, decantamos en ser, su cuerpo, donde vive, esta vida, y pasamos a denominarnos Cristianos, porque somos parte de él.

 

“HAY UNA GRAN DIFERENCIA ENTRE UN EVENTO, Y TENER VIDA ETERNA; UN EVENTO ES COMO NUESTRO NACIMIENTO FÍSICO, QUE CADA VEZ QUE SE CUMPLA EL MES Y EL DÍA QUE NACIMOS LO FESTEJAMOS, MIENTRAS QUE LA VIDA ETERNA, ES UNA PERSONA LLAMADA JESUCRISTO QUE VIVE EN EL ESPÍRITU NUESTRO DIA A DIA”


 

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